De la antigua estructura de la terminal no quedaba mucho, apenas las boletarías y las rampas de ingreso. La disposición municipal se desconoce aún, pero todo lleva a pensar que el progreso se llevó consigo el pasado.
El edificio que significó un hecho relevante para la historia de la ciudad, un patrimonio cultural de la localidad, una arquitectura de estilo casi único, está siendo destruida, para dar paso al implacable futuro. El desguace de la construcción añeja, poco a poco se convierte en escombros.
A pesar de que son pocos los días que faltan para que el edificio desaparezca por completo, la nostalgia invade a muchos que lo eligieron como escenario, algunos lo usaron para ver partidos de fútbol, una cena en familia del fin de semana, un festejo de casamientos, o algún cumpleaños especial, también la eligieron para declarar amor eterno o quien dice para decir adiós a una relación.