Hace diez días, Leonardo Javier Echenique se llevó el vehículo de una mujer de la puerta de un colegio céntrico. Fue trasladado a la penitenciaría esta madrugada.
El jueves 28 de junio a la siesta, Romina Belén Soloa entró al colegio San Gabriel, en Falucho y Belgrano, para dejar a su hijo en clases como todos los días. Y a pesar de que tuvo el recaudo de trabar el manubrio de su Motomel B110, la medida de seguridad no fue un impedimento para que Leonardo Javier Echenique se la llevara sin pedir permiso. La Policía detuvo al ladrón esa misma tarde en los pasillos del barrio José Hernández; esta madrugada fue trasladado a la penitenciaría por orden de la jueza Penal 3.
Echenique tiene 19 años y es vecino del pasaje Mendoza, en la zona oeste de la ciudad.
La jueza Virginia Palacios lo procesó por el delito de hurto calificado de motovehículo, a pesar de que su defensa había planteado una falta de mérito por “graves contradicciones” en las actas policiales.
El joven fue detenido cerca de las 18:50 del mismo jueves luego de fugarse varias cuadras a pie.
Minutos antes, los efectivos de un control policial instalado en la esquina de Aristóbulo del Valle y Falucho lo individualizaron tras una extraña situación. Echenique, que circulaba al norte por Falucho en la moto robada, hizo una maniobra para esquivar a los policías y provocó la caída de otros dos motociclistas que viajaban detrás de él.
Al parecer, ese otro conductor, que iba acompañado de un menor, perseguía al ladrón tras haber reconocido la Motomel de Soloa y, ya en el piso, comenzó a gritarles a los agentes para que detuvieran al sospechoso, que atravesó un descampado a pie y se internó en los pasillos del José Hernández.
La velocidad de sus piernas no fueron suficientes y terminó reducido algunos minutos después.
Por jurisdicción, la causa fue llevada adelante por la Comisaría 1ª, cuyos investigadores trasladaron a Echenique al penal este lunes, cerca de la una de la mañana según informó el subcomisario Rubén Ochoa, jefe de la seccional.