En el barrio el Faro 1 dicen que la Comuna no fumigó como en años anteriores.
Como alertaron las autoridades sanitarias en el inicio del verano, la posibilidad de aparición de alacranes era alta y así sucedió. En el sector sur de la capital puntana, los vecinos del barrio Faro 1 están preocupados porque dicen que desde que comenzaron los primeros calores hallaron al menos una decena de ejemplares, inclusive hasta dos por vivienda. Al igual que en San Luis, una situación similar atraviesan en dos barrios de Villa Mercedes.
Uno de los habitantes de esa barriada ubicada en el extremo suroeste (pegado al barrio El Lince), Juan Peralta, dijo a El Diario de la República que a principios de diciembre comenzaron el avistamiento era paulatino, pero a medida que las temperaturas fueron intensificándose, los hallazgos también crecieron.
“Estamos preocupados porque no sabemos si son de los venenosos. Con los vecinos tenemos un grupo de WhatsApp donde nos informamos sobre distintos temas y por ese medio nos alertamos por si alguien descubre algún otro”, explicó Peralta, quien indicó que la mayoría de los que encontraron, aparecieron durante la mañana.
Además, el vecino del Faro 1 señaló que el barrio está integrado por unas cien casas, habitadas principalmente por matrimonios jóvenes con niños pequeños que, junto, con los adultos mayores son la población de más riesgo en caso de recibir una picadura de un alacrán venenoso.
Según dijo Peralta, algunos de los ejemplares capturados por los habitantes del barrio fueron depositados en frascos y llevados para su análisis al Municipio de San Luis, con el fin de determinar si efectivamente son del tipo más peligroso.
“Inclusive le pedimos si podían hacer fumigaciones domiciliarias y nos dijeron que no prestan ese servicio. En años anteriores hicimos la misma solicitud y vinieron después de pagar un sellado, pero al parecer ya no lo hacen más”, explicó Peralta.
Animales venenosos
Datos del Ministerio de Salud de la Nación indican que las picaduras de escorpiones representan la mayor cantidad de accidentes causados por animales venenosos, con un promedio anual de 8 mil casos de los que entre dos y ocho resultan fatales. La provincia registra poco más de 50 ataques anuales.