Jorge Fernández tiene el apoyo del actual gobernador, mientras que su hermano, Adolfo, respalda al opositor Claudio Poggi, que armó un frente heterogéneo con el PRO y el radicalismo.
Alberto y Adolfo Rodríguez Saá
(Enviado especial a San Luis) El cielo se tiñó de un gris oscuro y el viento no paró desde el viernes a la noche. Abruptamente, en un par de días, la capital provincial pasó de temperaturas primaverales al frío polar. Para hoy el pronóstico meteorológico indica que los 418 mil puntanos habilitados para votar deberán concurrir a las urnas con 1 grado bajo cero para elegir al nuevo gobernador, además de otras 162 autoridades locales y provinciales. Por primera vez desde 1983 el peronismo puede dejar el poder y la tradicional familia Rodríguez Saá no figurará entre los candidatos en ninguna categoría.
El clima previo transcurrió con tranquilidad. El gobernador en retirada, Alberto Rodríguez Saá, que no puede aspirar a la reelección, decidió que Jorge Omar “Gato” Fernández, se transforme en su posible sucesor. Lo eligió como el candidato de un Partido Justicialista local que mueve sus fichas con bastante independencia de lo que ocurre a nivel nacional. Uno de los mejores ejemplos se dio en la última semana, donde el mandatario no concurrió a la reunión de sus pares en el Consejo Federal de Inversiones de la Ciudad de Buenos Aires donde se iba a discutir la estrategia electoral del oficialismo de cara a los comicios en las PASO de agosto y en las generales de octubre.
Su hermano Adolfo, actual senador nacional y ex presidente de la Nación en los días del estallido en 2001, se peleó “a muerte” con su hermano en la preparación del acto eleccionario de 2019, luego de que fuera expulsado del PJ junto a otros 100 dirigentes por un desacuerdo en el armado de las listas. La rispidez había comenzado dos años antes pero allí fue el punto cúlmine, a tal punto que desde entonces ni siquiera se hablan. Esta vez “el Adolfo” apoyará al candidato de la oposición, Claudio Javier Poggi, quien gobernó la provincia en el período 2011 y 2015 y que armó una alianza variopinta con otros15 partidos que van desde el PRO hasta el Partido Socialista, incluyendo a radicales, peronistas disidentes, libertarios y fuerzas locales.
El año pasado el gobernador impulsó la vuelta de la polémica Ley de Lemas, que hará más dificultoso el escrutinio y que derivó en un número amplio de candidatos con alianzas impensadas. Con este método cada partido puede presentar a varios postulantes en los diferentes cargos, en los sublemas. En el caso del PJ, además del de Fernández, habrá otros tres. Los encabezan Luis Amitrano (lista Blanca, Azul y Blanca), Diego Martín González (Modelo Productivo) y Mariela Cros (Movimiento Evita, Tierra y Trabajo). O sea que cada alianza puede presentar a más de un candidato a través de sublemas y el que más votos obtenga se quedará con la suma de todos ellos.
En la campaña, Alberto Rodríguez Saá en uno de sus principales spots dijo que Fernández podrá “hacer aquello que le faltó hacer” y en referencia a la principal lista adversaria sostuvo que quienes se oponen a su gobierno “solo aspiran a destruir lo que construimos entre todos”. “A diferencia de ellos, el Gato Fernández busca seguir con las transformaciones que iniciamos hace 40 años”, agregó.
Fernández, abogado, productor rural y ex miembro del Tribunal Superior de Justicia de San Luis, que cumplirá 63 años el 10 de julio, votará a las 10 de la mañana en la escuela número 251 de Tilisarao, la localidad de la que fue intendente durante cuatro períodos. Y reiterará en ese distrito que habitan unas 12 mil personas un ritual que dicen que siempre le trajo suerte: almorzará con amigos en el negocio de unos amigos, una gomería. Su compañera de fórmula será la actual senadora nacional María Eugenia Catalfamo, quien se sumó al bloque Unidad Federal en el Senado de la Nación.
Aunque la relación del actual gobernador con el presidente Alberto Fernández ha sido fluctuante a través de los últimos cuatro años, si el candidato oficialista obtiene un éxito no se descarta que el miércoles 14 el jefe de Estado llegue hasta estas tierras. El menor de los Rodríguez Saá le proporcionó al Gobierno Nacional a la ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Ayelén Mazzina, el año pasado y el Presidente lo retribuyó con un par de visitas como cuando el tren de la línea San Martín volvió hasta la estación local de Justo Daract. Esos dos hechos produjeron cierto acercamiento entre ambos.
Poggi y Endeiza son los candidatos opositores con mejores chances de ganar según los sondeos previos.
Adolfo, por su parte, está empeñado en que su hermano pierda esta elección. Por eso, el 13 de marzo de este año anunció que no iba a postularse y que iba a respaldar a Poggi, a quien la mayoría de las encuestas lo sindican como favorito al triunfo, por al menos 5 puntos. Su frente se denomina Cambia San Luis. “Nunca la oposición estuvo tan unida”, recalcó en la campaña. Recibió un fuerte aval de parte del PRO, sobre todo a través de Horacio Rodríguez Larreta. En Juntos por el Cambio saben de la importancia de una victoria para ampliar la cantidad de distritos en sus manos que se sumarían a la tropa propia de Mendoza, Corrientes y Jujuy. Tanto el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como un representante de Patricia Bullrich, que sería Federico Pinedo, viajarán hasta aquí para capitalizar ese resultado favorable.
Poggi antes de la veda electoral que comenzó este viernes a las 8 de la mañana mostró su confianza porque “la gente perdió el miedo”. En una provincia donde los índices de pobreza afectan a más de la mitad de la población el temor a la quita de los planes sociales fue un tema que generó controversias. En su entorno aseguran que en la asistencia social “no habrá recortes” y que donde si podría intervenir en caso de ganar es en la disminución de funcionarios públicos.
Fernández se saca una selfie con una simpatizante de Unión por San Luis durante la campaña. El candidato del oficialismo votará en su pueblo, Tilisarao, a 120 kilómetros de la capital puntana.
Otra cuestión que preocupa al arco opositor en el que también competirán dos lemas de la izquierda – Johana Gómez (Frente de Izquierda y los Trabajadores) e Italo Gallardo (Movimiento al Socialismo)- quedó atravesada por la fiscalización de los comicios. Poggi envió por mensaje de Whatsapp un reconocimiento y a la vez un pedido con el objetivo de alentar a los fiscales de su espacio. “Este domingo ustedes van a ser unos verdaderos leones y leones, defendiendo cada voto con que cada sanluiseño y cada sanluiseña depositará sus sueños y sus esperanzas. Este domingo ustedes van a hacerlos más importantes garantes de que se respete la voluntad del electorado, defendiendo voto a voto con toda firmeza. Y, por supuesto, completando el certificado de escrutinio como corresponde, que es la síntesis final de la tarea. Soy consciente que la tarea va a implicar un esfuerzo adicional. Pero si tenemos que quedarnos hasta las 3 de la mañana, defendiendo nuestros votos, uno a uno lo vamos a hacer, porque la voluntad popular no puede ser burlada por trampas o manotazos de ahogados”, los arengó.
En el apartado de los municipios, hay nueve intendentes que buscarán la reelección: ocho del peronismo y partidos aliados, y uno de la oposición. En el primer grupo están Sergio Tamayo (San Luis), Maximiliano Frontera (Villa Mercedes), Ernesto “Pipi” Ali (La Toma), Ricardo Callegaro (El Volcán), Alfredo Domínguez (Justo Daract), Jeremías Vivas (San Francisco del Monte de Oro), Gastón Herrera (Carpintería) y Juan Manuel Olguín (Tilisarao). El restante es Juan Álvarez Pinto (Villa de Merlo), actual presidente provincial de la Unión Cívica Radical.
La puja electoral que prevén muy polarizada tiene igualmente un resultado incierto. Más allá de la consistencia opositora con una alianza electoral tan abarctiva, en el oficialismo no dan nada por perdido y también confían en quedarse con el sillón de la gobernación, sobre todo por lo que pueden traccionar los intendentes de los departamentos que se ubican fuera de la capital provincial.