El esquema por el cual se permitían que el 30% de las liquidaciones se ingresen por el mercado financiero se extenderá hasta fin de año y se llevará al 50% de las ventas.
En la delicada y en principio trabada transición con el presidente electo, Javier Milei, y sus equipos de futuro gobierno, asoma una pregunta urgente: ¿qué hará mañana, en la apertura del mercado, el Banco Central? Es la duda de más corto plazo, de todas las que mueven al mercado por estas horas y sobre la que crecen las expectativas de contundentes respuestas en las próximas horas.
Entre los bancos ya circula un menú de medidas que dispondría mañana la autoridad monetaria antes de la apertura del mercado. Consiste esencialmente en asegurar una mayor oferta de divisas extendiendo el régimen especial de liquidación para los exportadores sin devaluar formalmente, tal como ocurrió después de la primera vuelta electoral. En principio, la idea sería permitir que los exportadores ingresen divisas 50% a través del dólar financiero y el resto en el mercado oficial.
La medida se basa en lo obvio: el BCRA no tiene ningún tipo de poder de fuego y, esperando un resultado diferente al que se confirmó ayer, desde el equipo del ministro de Economía, Sergio Massa, habían anticipado a los exportadores que no se renovaría el esquema 70/30 por el cual estaban habilitados a liquidar sólo el 30% de sus divisas en el mercado de dólar financiero mientras que el resto alimentaba el mercado oficial. Ese régimen, permitió, ante su inminente vencimiento, que el Central sumara más de USD 250 millones dado el mayor volumen disponible de dólares.
Sin una extensión del plan, cuya vigencia ahora sería hasta fin de año, ese ingreso no estaría disponible a partir de mañana. La definición de la estrategia habría surgido tras la reunión del equipo económico a la que convocó Massa para empezar a trabajar en la transición. Si bien ese encuentro ratificó la continuidad del funcionario al frente de la cartera económica, lo cierto es que ahora también están a la espera de algún contacto con los equipos económicos de Milei. “No tenemos ninguna señal, de ningún tipo. Milei no pide nada ni pone interlocutores”, aseguraron fuentes oficiales. De hecho, todavía no se logró avanzar en la reunión que él mismo debería mantener con el actual mandatario, Alberto Fernández. Esa dinámica no generó, de todos modos, sorpresa alguna. “Es lógico lo que hace Milei”, opinó un integrante del equipo económico.
Una mirada similar existe en el mercado, incluso entre varios de los economistas que fueron consultados desde el entorno del presidente electo. “Lo lógico sería que Milei pida que le ajusten precios relativos. Pero ¿qué les puede ofrecer para que lo hagan si no lo hicieron desde agosto?”, apuntó un consultor de diálogo con el entorno de economistas del próximo Presidente. “Me imagino que (Miguel) Pesce salva las papas y la aguanta hasta el fin de su mandato. Lo hizo ya en el pasado cuando se puso picante”, apuntó.
Por lo pronto, cómo gestionará mañana el Banco Central no sólo el tipo de cambio oficial sino también su intervención en los dólares financieros y el mercado de futuros es otro de los focos de inquietud de operadores y administradores de carteras.
“Estaremos especialmente atentos a ver qué hace el BCRA con el A3500 (dólar oficial) , en el CCL (donde no había habido una intervención oficial relevante pero el 30% de las exportaciones se liquidaban por ese mercado), si da roll over en futuros de noviembre (el interés abierto para contratos que vencen el 23 de diciembre es hoy casi irrelevante y si continúa vendiendo Levidis)”, destacó la consultora 1816, donde remarcaron que el margen de maniobra del próximo gobierno en la administración cambiaria está condicionado, esencialmente, por la deuda del Tesoro.
“La exposición del estado al dólar oficial (A3500) asciende a USD 55.400 millones.Los bonos duales (que ajustan por inflación o dólar, lo más alto) representa un 74 por ciento. Un aumento del dólar oficial del 50% (hacia $530), implica una pérdida/emisión de $9,8 billones”, calculó Salvador Vitelli, jefe de Research de Romano Group.