Este jueves, un equipo trabajó en las calles y espacios verdes del barrio Tibiletti y otro se trasladó hasta Candelaria. El viernes repetirán las tareas en la zona oeste de la capital, con colaboración del Municipio, y durante el fin de semana harán lo propio en Nogolí y Luján. 

La dirección de Epidemiología y Bioestadística del ministerio de Salud continúa trabajando en la prevención del dengue en toda la provincia, con tareas de concientización en los barrios, detección de personas con síntomas febriles y fumigación en los casos correspondientes.

Esta semana, un equipo recorrió distintas zonas de la ciudad de San Luis y fumigó en el barrio ‘Monseñor Tibiletti’ y otro viajó hasta Candelaria. El viernes 5, la cartera trabajará junto con la municipalidad de la ciudad de San Luis para replicar la tarea en toda la zona oeste y, durante el transcurso del fin de semana continuarán las actividades en Nogolí y Luján para reforzar las medidas de prevención y erradicación del mosquito.

Desde Salud recordaron que la fumigación no es una medida de prevención y se utiliza únicamente ante la presencia de casos sospechosos o confirmados de dengue. Además, sólo mata a una parte de los mosquitos adultos y no afecta a las larvas, pupas y huevos infectados. Por eso, la principal medida para combatir el dengue es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos a través del descacharrado domiciliario.

El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti, conocido como el mosquito ‘hogareño’ por sus hábitos domiciliarios. Es de color oscuro con franjas y manchas blancas y se cría en recipientes con agua. La picadura de este mosquito puede transmitir otras arbovirosis como zika y chikungunya, además del dengue. Es una especie que tiene hábitos domiciliarios y pone sus huevos en las paredes de recipientes artificiales que juntan agua en las viviendas. Si bien durante los meses de frío los mosquitos adultos reducen su actividad, solo mueren cuando las temperaturas llegan a niveles extremadamente bajos, y aun así los huevos infectados son capaces de sobrevivir durante el invierno hasta por un año.

Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas, puede transmitir esta enfermedad. El contagio es producido principalmente por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de forma directa de una persona a otra ni a través de objetos o de la leche materna. 

El dengue viene acompañado de fiebre (38º o más) con alguno de los siguientes síntomas: dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolor muscular o de articulaciones, náuseas y vómitos, cansancio intenso, manchas en la piel, picazón y sangrado de nariz o encías. Si se identifica la fiebre con uno o más síntomas, se debe acudir al centro de salud u hospital más cercano al domicilio y no automedicarse. 

Medidas de prevención 

La medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos a través del descacharrado domiciliario, es decir, de todos los recipientes u objetos que puedan acumular agua en las viviendas. Por ello, es fundamental: 

  • Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua, como latas, botellas o neumáticos, entre otros. 
  • Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior. Se recomienda tapar tanques, aljibes y cisternas; dar vuelta baldes, palanganas y tambores; vaciar y cepillar frecuentemente objetos que puedan acumular agua y poner al resguardo bajo techo recipientes. 
  • Cambiar el agua de los bebederos de animales. Recordar frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo a fin de desprender los huevos del mosquito que puedan estar adheridos. 
  • Rellenar los floreros y portamacetas con arena húmeda. 
  • Mantener los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados. 
  • Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos. 
  • Verter agua hirviendo en las rejillas y colocar tela mosquitera.