Se realizó en Villa de la Quebrada como parte de las festividades del Cristo. Claudio Poggi también estuvo presente en la procesión de San José Obrero y lo acompañó su esposa, Sandra Correa.
Este miércoles, Villa de la Quebrada amaneció radiante y con sus calles repletas de peregrinos. Muchos caminaron durante la noche para llegar. Fueron a agradecerle o pedirle alguna gracia al Cristo. Es milagroso y los sanluiseños lo veneran.
La jornada es especial también porque los argentinos celebran el Día del Trabajador y en la localidad se conmemoró con misa y procesión en honor a San José Obrero.
El gobernador, Claudio Poggi, llegó poco antes de las 11:00 junto a su esposa, Sandra Correa, el vicegobernador, Ricardo Endeiza, la intendenta de Villa de la Quebrada, Rosa Calderón, el intendente de San Luis, Gaston Hissa y todos sus ministros para participar de las ceremonias.
“Pidámosle a San José lo que necesitamos, como dice el Papa, la oración es el alimento de nuestra fe, así que pidamos más trabajo en nuestro país, pidamos que haya pan en cada mesa, que con fortaleza podamos llevar adelante los desafíos de la vida, que la paz reine en nuestros corazones y en nuestras vidas. Que él, que es el patrono de toda familia, nos ayude también junto con María la Virgen y con el Señor a vivir como una gran familia sirviendo a los demás y con esperanza. Como dice el Papa, no nos dejemos robar la esperanza, es lo peor que nos puede pasar”, expresó el padre Mauro durante la homilía.
Terminada la misa que se celebró en la explanada de la iglesia, se realizó la procesión alrededor de la plaza principal del pueblo. El Gobernador y cientos de peregrinos acompañaron la imagen de San José Obrero.
Finalizadas las liturgias religiosas, Claudio Poggi dialogó con los vecinos que se le acercaron. Escuchó sus pedidos, se sacó fotos y se mostró emocionado por las manifestaciones de afecto recibidas y por compartir la jornada con los sanluiseños que tanta fe depositan en el Santo Cristo de la Quebrada.