El Gobierno provincial radicó una denuncia penal por la adulteración de medicamentos en la Maternidad de Villa Mercedes. Se trata de 10 ampollas de fentanilo, una potente droga que estaba destinada al área de neonatología.
De acuerdo a lo que informaron Ariel Brezigar, director de la Maternidad ‘Dr. Carlos Luco’, y Nora Ortiz Ponce, asesora legal del Ministerio de Salud, en conferencia de prensa, el contenido de los recipientes fue reemplazado por un líquido aún no identificado. La cartera sanitaria inició sumarios administrativos a parte del personal que tenía acceso a esa medicación.
La irregularidad fue detectada en un control de rutina realizado este miércoles. Por el caso, la secretaría de Ética Pública y Control de Gestión presentó una denuncia formal en la fiscalía de turno de Villa Mercedes.
El fentanilo es un potente opioide sintético utilizado como analgésico y que tiene una potencia superior a la morfina. “Está dentro del protocolo para el manejo del dolor en los recién nacidos. También se usa en recién nacidos en estado crítico, que requieren intubación o ventilación mecánica, o en el pre o post quirúrgico. Hay otros casos, por supuesto que hay todo un esquema de dolor, donde el fentanilo aparece como una droga que muchas veces se usa en urgencias”, explicó Brezigar.
La medicación adulterada estaba en un espacio de preparación de fármacos dentro del área de neonatología. El director de la Maternidad detalló que, por protocolo, los fármacos son sometidos a un control en cada cambio de turno: hay cuatro turnos de seis horas.
El líquido no es fentanilo
El fentanilo, contenido en ampollas de vidrio, es una sustancia fotosensible, y cuando el personal de enfermería notó que el color de varias ampollas dentro de una caja era distinto, las examinaron más en detalle, descubrió que habían sido rotas y luego reparadas con algún tipo de pegamento.
El funcionario informó que el contenido de las ampollas fue enviado a la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) para su análisis.
Hasta el momento, se pudo determinar que el líquido no es fentanilo y que tiene dos bacterias que están en proceso de cultivo. “Puede ser algún tipo de solución o agua de la canilla. No lo podemos saber”, dijo.
Brezigar descartó que las ampollas hayan sido adulteradas antes de llegar al centro médico ya que son sometidas a exhaustivos controles. “Estas drogas llegan cerradas. Las abre el equipo de farmacia, las revisa y va dispensando a los distintos servicios, porque no solamente se usan en neonatología sino también en quirófano, en terapia intensiva, etcétera”, detalló.
De todos modos, aseguró que “ningún paciente, ni los días previos ni en los posteriores, requirió esa medicació