Tras la caída del pliego de Ariel Lijo en el Congreso, fuentes de la Casa Rosada indicaron que el Presidente Javier Milei analiza la posibilidad de nombrarlo mediante un decreto. No obstante, senadores libertarios y aliados advierten que sería un error avanzar en esa dirección.
La principal preocupación es que, si Lijo asume por decreto, deberá renunciar a su cargo de juez federal. En caso de que el Congreso anule el decreto, quedaría sin ningún puesto judicial. Esto podría derivar en una disputa legal que terminaría resolviendo la propia Corte Suprema.
El revés en el Senado ocurrió luego de que Cristina Kirchner lograra frenar la sesión en la que se votaría el pliego de Lijo. La vicepresidenta cuestionó que ninguno de los candidatos propuestos por Milei respondiera al peronismo y sugirió la postulación de una mujer.
En medio de esta crisis, el gobierno barajó nuevos nombres para la Corte, como Ricardo Rojas y Susana Medina, pero en el Palacio de Tribunales restaron importancia a estas opciones, calificándolas de «señuelos».
El plazo de las sesiones extraordinarias venció este viernes, por lo que cualquier nombramiento quedaría pendiente hasta el 1° de marzo, cuando Milei inaugure el período de sesiones ordinarias. Sin embargo, entre el 22 y el 28 de febrero, el Presidente aún podría emitir un decreto con las designaciones.
La decisión de Milei podría generar un conflicto con el peronismo, que ha advertido que impugnará cualquier designación hecha de esta manera. Además, en la propia Corte Suprema tampoco habría consenso para tomar juramento a jueces nombrados por decreto, repitiendo la resistencia que enfrentaron Rosatti y Rosenkrantz en 2015 cuando fueron designados por Mauricio Macri sin acuerdo legislativo.