El Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a marzo se conocerá este viernes, en un escenario donde las señales previas generan inquietud. En la Ciudad de Buenos Aires, el Instituto de Estadística local (Idecba) informó una inflación del 3,2%, acumulando un 63,5% interanual. Estos números encienden alertas en el Ejecutivo nacional, que apunta a consolidar la desaceleración inflacionaria.
Según estimaciones preliminares, el INDEC podría reportar una inflación levemente inferior al dato porteño, ubicándose entre el 2,6% y 2,8%. A pesar de ser menor, el resultado quedaría por encima del objetivo oficial de perforar el 2%, algo que impactaría negativamente en la estrategia comunicacional del ministro de Economía, Luis Caputo, y del propio presidente Milei.
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central proyectó una inflación del 2,6% para marzo, nivel que hoy representa el “piso” de las previsiones. La tendencia se ve influida principalmente por aumentos en el rubro alimentos, uno de los más sensibles para el bolsillo de los argentinos.
El directorio del Fondo Monetario Internacional se reúne este viernes para evaluar el acuerdo técnico alcanzado recientemente con el Gobierno argentino. La aprobación formal del programa implicaría un nuevo crédito por US$20.000 millones, a ser desembolsado en tramos durante los próximos cuatro años.
Clave para la estabilidad cambiaria
El primer giro, que podría conocerse este mismo día, sería crucial para estabilizar el mercado cambiario local. Caputo considera “razonable” que el desembolso inicial alcance el 40% del total, es decir, unos US$8.000 millones, cifra que permitiría reforzar reservas y contener la volatilidad del dólar.
La combinación entre el dato de inflación y la posible aprobación del acuerdo con el FMI convierte este viernes en un punto de inflexión para el Gobierno libertario. Con una economía aún marcada por la incertidumbre y la presión del mercado, los anuncios de hoy pueden definir el rumbo de los próximos meses.