El hecho ocurrió a fines del 2022 en una vivienda de la capital provincial cuando la hermana de la víctima radicó la denuncia.
La justicia de San Luis condenó este miércoles a la pena de 10 años de prisión a un hombre que abusó sexualmente de la hija de su pareja.
Según informaron fuentes judiciales, el hecho ocurrió a fines del 2022 en una vivienda de la ciudad de San Luis, cuando la hermana de la víctima radicó la denuncia, una vez que la niña logró contarle que el acusado la abusaba en momentos en que se quedaban solos en la casa.
En la audiencia, según informó Télam, el fiscal de juicio Eduardo Luthens solicitó se lo condene a 14 años de prisión, en un pedido al que adhirió la Defensora de Niñez y Adolescencia. Mientras que la defensa pidió se aplique el mínimo de la pena prevista para este delito.
Y fue de esta manera que el tribunal integrado por Virna Eguinoa, Sandra Ehrlich y Sebastián Cadelago Filippi dio a conocer el veredicto, con una sentencia menor, pero de 10 años de prisión, al declararlo como autor penalmente responsable del delito de “abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por ser cometido aprovechando la situación de convivencia preexistente en perjuicio de una niña”.
El hecho ocurrió a fines del 2022 en una vivienda de la capital provincial
En otra condena aún más importante y también sobre un hecho tan aberrante como este, hacia fines del mes de septiembre en la localidad puntana de Villa Mercedes, otro hombre fue condenado a una pena de 18 años de prisión por el tribunal local, acusado de abusar sexualmente de su hijastra y de su hija biológica.
El veredicto fue emitido por el tribunal compuesto por Virna Eguinoa, Sebastián Cadelago Filippi y Mauro Germán D’Agata Henriquez.
El hombre enfrentaba acusaciones por delitos relacionados con la integridad sexual en perjuicio de dos víctimas y cumplirá su condena en las instalaciones del Servicio Penitenciario Provincial.
Y la denuncia contra el acusado se realizó el 27 de diciembre de 2022, y la imputación se llevó a cabo este año. La fiscalía de instrucción solicitó una pena de 30 años de prisión, el fiscal de juicio, Ernesto Lutens, pidió 19 años, mientras que la defensa solicitó 10 años.
Finalmente, el tribunal determinó la calificación legal del caso y declaró al acusado como penalmente responsable de los delitos de abuso sexual simple agravado por ser cometido por un ascendiente en perjuicio de una menor de edad, aprovechando la situación de convivencia preexistente, en relación a una de las víctimas.
Y también se le acusó de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por un ascendiente en perjuicio de una menor de edad, con aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente en concurso ideal con corrupción de menores agravada, en el caso de la otra víctima.
Durante el juicio, y según informó la agencia de noticias, el fiscal consideró como atenuantes la falta de antecedentes del acusado y como agravantes la prolongación en el tiempo, la cronicidad, la pluralidad de las víctimas, la mayor vulnerabilidad, la gravedad y perversión de los actos cometidos.
La Defensora de Niñez y Adolescencia también tuvo en cuenta la falta de antecedentes como atenuante y consideró como agravantes la extrema vulnerabilidad, el riesgo para la integridad física, la extensión del daño, la conducta, el medio empleado y el impacto psíquico de las víctimas al solicitar una pena de 19 años de prisión efectiva.
La defensa del acusado, por su parte, solicitó una pena de 10 años, teniendo en cuenta factores como los atenuantes, la edad, el nivel de educación y la posibilidad de reinserción.
Antes de dictar el veredicto, el tribunal recibió los alegatos y consideró como pruebas fundamentales los testimonios de las víctimas obtenidos a través de la Cámara Gesell, así como el informe de la psicóloga que las entrevistó.