El número de afectados llegó a bordear el millón de usuarios, pero se redujo en horas de la tarde. El gobierno subrayó que se trató de un “temporal sin precedentes”. Desde las empresas remarcaron las dificultades para operar, por la necesidad de tareas previas de despeje.
La Secretaría de Energía de la Nación Argentina informó que en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) llegó a haber un millón de usuarios afectados por el corte del servicio eléctrico a raíz del temporal que en la noche del sábado asoló Bahía Blanca y en las primeras horas de la madrugada del domingo barrió el AMBA con ráfagas de más de 100 kilómetros por hora y produjo un daño fue muy extendido: caída de árboles, calles inundadas, voladuras de techos e incluso el destrozo de un escenario. Hasta la página del Ente Nacional Regulador de Electricidad (ENRE) estuvo temporalmente caída y, cuando fue recuperada, recibió un volumen de llamados y pedidos que la mantuvo saturada la mayor parte del tiempo.
El comunicado de Energía señaló la adopción de medidas de emergencia, como la importación de energía eléctrica desde Brasil para compensar la avería de una serie de Unidades Generadoras de Electricidad (hasta un máximo de 1.640 megawatts) y la coordinación de medidas de emergencia con las distribuidoras (Edenor y Edesur). “Se estima que para el AMBA de acuerdo a información de las distribuidoras la mayor parte del servicio estará repuesto dentro de las 24 horas, mientras que el resto será en 48 / 72 horas”, dice el comunicado oficial, que solicita “la máxima colaboración de los argentinos en el uso racional de la energía eléctrica en esta coyuntura”.
En la tarde del domingo, cuadrillas de bomberos, de Defensa Civil y de trabajadores municipales de diversas localidades trabajaban en la limpieza y despeje de áreas. “No se puede trabajar en una línea de alta tensión cuyo servicio fue interrumpido hasta no tener la total seguridad que no hay otra gente sobre la traza; hay que tener en cuenta que se trata de tendido aéreo”, explicaron desde una de las distribuidoras que provee suministro eléctrico residencial, comercial e industrial en Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
En el caso de Edesur, que atiende cerca de 2,5 millones de clientes en un área de 3.300 kilómetros cuadrados del sur de la Capital y localidades del Sur del Gran Buenos Aires, el pico de usuarios (hogares y comercios) sin suministro se registró a las 5 de la mañana: 450.000 clientes sin servicio eléctrico. Pasadas las 6 de la tarde la cifra se había reducido a 170.000 clientes sin servicio, dijo a Infobae Alejandra Martínez, vocera de la empresa, quien precisó daños en 198 cables de media tensión, luego de cuya recuperación se iniciará la de los cables de baja tensión. Las áreas más afectadas, informó, fueron Quilmes, Berazategui, Florencio Varela y partes de Lomas de Zamora. “En algunas áreas parece como que hubiera pasado un tornado”, dijo Martínez. Es una situación, explicó, que llevará tiempo resolver de modo definitivo, porque se requiere el despeje de lugares y accesos, tareas en que trabajan junto a Defensa Civil y dotaciones de bomberos.
Fotografía de un árbol que cayó sobre un vehículo debido a un temporal hoy, en Buenos Aires (Argentina). EFE/ Luciano González
Edenor reportó 131 cables de media tensión fuera de servicios que “se van normalizando a medida que se detecta la falla”. La empresa, que atiende a 3,3 millones de clientes en el norte de la Capital y los partidos del norte del GBA, no precisó el número de usuarios afectados, aunque fuentes informales señalaron que habían llegado a ser, en las primeras horas de la madrugada, cerca de 780.000, debido a la caída del servicio de cables de alta tensión. “Las cuadrillas se encuentran avocadas a quitar cualquier peligro en la vía pública (cables de media y baja tensión caídos) para luego avanzar en la restitución del servicio eléctrico”, explicaron en la empresa, en cuya área de cobertura las localidades más afectadas fueron Ituzaingó, Merlo, Moreno, San Fernando, San Isidro, Tigre, Vicente López, Pilar, Martínez, José C Paz y San Miguel.
Un mapa de situación de cortes de Baja Tensión (en azul) y Alta y Media Tensión (en rojo) del ENRE; en los momentos en que fue accesible, pintaban un panorama de cortes generalizados, aunque visualmente exagerado. Cerca del mediodía, una evaluación cuantitativa de la agencia reportaba más de 400.000 usuarios sin servicio entre las áreas de cobertura de Edenor y Edesur.
Voceros del gobierno enfatizaban que se trató de un temporal sin precedentes, que en Bahía Blanca había provocado la caída de 10 torres de alta tensión y afectado a todas las localidades del conurbano, por lo que la normalización del servicio “puede llevar varios días”.
El evento meteorológico calza perfectamente con la decisión del gobierno de declarar la emergencia energética a nivel nivel hasta fines del año próximo mediante un DNU que se publicaría en la semana. Esto le permitirá trabajar sobre la generación, transporte y distribución de electricidad y también en el tranporte de gas y continuar la intervención de los entes reguladores (ENRE y Enargas) para avanzar en la demorado proceso de revisión tarifaria, para reducir la costosa cuenta de subsidios mediante un aumento de las tarifas de luz y gas. El Enargas convocó ya a la primera audiencia pública: será el 8 de enero, paso previo al aumento de tarifas.
Afectados indeterminados
La prioridad en la mañana fue despejar los peligros para agilizar la tarea de las cuadrillas de reparación de daños y restablecimiento de servicios.
La tormenta produjo caída de árboles, voladura de ramas , techos, toldos que en algunos casos impactaron líneas de alta tensión y producen los cortes que alcanzan un mayor número de hogares afectados.
“Se está despejando riesgos junto con Defensa Civil y dotaciones de bomberos de los distintos municipios y trabajando en un plan de contingencia para la normalización del servicio; hay un daño importante en el tendido eléctrico. Lo primero es despejar riesgos y por eso pedimos a través de redes sociales a la gente que se abstenga de tomar contacto con cables caídos”, había señalado, antes de una reunión del “Comité de Crisis”, Martínez, de Edesur.
La empresa informó más tarde en un comunicado que dispuso un operativo especial para “avanzar en las reparaciones de forma segura” y “un esquema para priorizar la atención de los electrodependientes, además de hospitales y centros de salud”. Además, advirtió, el Servicio Meteorológico mantiene vigente la alerta “lo que puede demorar y entorpecer las tareas de reparación”. Por otra parte, advirtió a sus clientes y a la población de su área de cobertura “el peligro que significa un cable caído y les pedimos que no lo manipulen”. Ante riesgo eléctrico o corte de suministro recibe información por su Facebook (Edesur Argentina), su WhatsApp (1161876995) o su número de emergencias 0800-333-3787.
Desde Edenor, en tanto, calificaron la situación como “un evento muy particular” que volvió imprescindible despejar obstáculos, resguardar la integridad de vecinos y operarios antes de emprender las tareas de reparación necesarias.
“Hay distintas situaciones: alteraciones en líneas de alta tensión, que son las que afectan a mayor número de familias y usuarios comerciales e industriales y cuestiones más puntuales en media y baja tensión”, dijo un vocero.
Imagen de archivo. Relámpagos caen sobre edificios durante una tormenta en Buenos Aires, Argentina. 8 de octubre de 2018. REUTERS/Marcos Brindici
Edenor atiende un área geográficamente más reducida pero con mayor número de clientes, unos 3,3 millones entre clientes residenciales (familias, particulares), comercios e industrias.
A la 1 de la mañana el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había emitido un alerta por tormentas severas con lluvias intensas, ráfagas y ocasional caída de granizo. El pronóstico se prolongó con el correr de las horas y durante dicho periodo, se detectaron distintos inconvenientes. La situación meteorológica mejoró a lo largo de la tarde.
Dónde está el piloto
La tormenta ocurrió casi exactamente un año después de una similar que entre el 9 y el 11 de diciembre de 2022 dejó durante el fin de semana sin luz a 570.000 usuarios y provocó que el titular del ENRE, Walter Martello, que llevaba 90 días en el cargo, anunciara nuevas sanciones a Edesur y Edenor, a las que ya había impuesto multas por $687 y 293 millones respectivamente. Ahora, sin embargo, el ENRE no tiene titular a cargo. Martello, que había sido designado interventor por la gestión de Sergio Massa, asumió como titular de la Defensoría del Pueblo en el gobierno bonaerense de Axel Kicillof, y el gobierno de Milei aún no designó quién lo sucederá en el cargo.
Antes de irse, como para cubrirse la espalda, el lunes 4 de diciembre Martell dio por concluida una auditoría integral de Edesur en la que señaló que el sistema “funciona al límite, de forma sobre exigida, bajo la amenaza constante de que cualquier falla mínima puede escalar y desencadenar un apagón masivo por tiempo indeterminado” y el miércoles 6, antepenúltimo día hábil de gestión emitió una resolución con “nuevas exigencias a Edenor y Edesur”. Uno de los objetivos era “optimizar el control de reclamos de usuarios residenciales … y sobre los cortes de suministro eléctrico registrados en sus respectivas áreas de concesión”.