En la madrugada del domingo, Magalí Vera (34) volvía de un casamiento con su marido, Javier Cerfoglio (39), quien manejaba un auto Honda Fit de color rojo. Durante el viaje, ambos mantuvieron una fuerte discusión y todo terminó en un final trágico cuando el vehículo quedó volcado en el río Quequén, en la ciudad de Necochea.
El cuerpo de la mujer fue encontrado horas más tarde debajo de un muelle, a 30 metros del coche que había quedado con las cuatro ruedas para arriba. Su esposo, que logró salvarse por sus propios medios, dijo que todo había sido un accidente, pero una serie de pruebas desbaratan esa versión.
Por estas horas, Cerfoglio está detenido y acusado de femicidio. Según explicó a TN el fiscal a cargo de la causa, Walter Pierrestegui, el hombre se negó a declarar y no quiso otorgar la clave de su celular para que la investigación avance con las pericias.
Una brutal golpiza y un “accidente” que no cuadra
Una de las pruebas claves para la investigación fue el testimonio de un testigo que dijo haber visto cómo Cerfoglio golpeó a Magalí al interior del Honda Fit en la madrugada del domingo, en frente de un domicilio. De esta manera, la fiscalía fue a buscar las cámaras de las casas cercanas a ese lugar para ver si se captaban las imágenes de la secuencia, y fue así cómo se encontraron con el primer indicio de una situación violenta.
Este martes, se dio a conocer un video en el que se puede ver cómo el acusado se acerca hasta la víctima y comienza a golpearla hasta que ella lo empuja y él cae al suelo. En los segundos siguientes, él le pega varias patadas en distintas partes del cuerpo. Cuando Vera parecía no reaccionar, volvió a pegarle para después arrastrarla varios metros por la calle.
Los resultados de la autopsia que se le practicó al cuerpo de Magalí determinaron que la causa de muerte fue por “asfixia por sumersión”, aunque lo que más llamó la atención fue que la mujer de 34 años tenía distintas lesiones de violencia de género que no eran compatibles con la muerte ni con el supuesto accidente. “El médico dijo que la víctima estaba muy castigada y que no comprendía por qué tenía tantos golpes, pero cuando vimos el video ahí entendimos”, precisó el fiscal.
Otra de las cuestiones que resultaron sospechosas para los investigadores es que la ruta en la cual circulaba el matrimonio se encuentra a 150 metros de la orilla del río Quequén, lo cual descartaría la posibilidad de un despiste y haría perder fuerza la hipótesis del accidente.
Las cámaras del municipio lograron captar el recorrido que hizo el Honda Fit antes de que terminara en el agua, aunque no llegaron a registrar cómo se produjo el vuelco del vehículo. “Cuando sale de la ruta, él va derecho. Yo estuve en el lugar del hecho y no había ningún indicio de una frenada. Era un momento de mucha lluvia y si hubiese hecho una maniobra para frenar, hubiera habido marcas, pero no las había”, detalló el fiscal a cargo UFI N°20 especializada en Género a TN.
Momentos después de que el coche terminara en el agua, Javier Cerfoglio nadó hasta la orilla y, sin llamar a las autoridades, decidió comunicarse con su padre, quien se presentó en la escena a los pocos minutos. “No sé dónde está Magalí, no sé si vino conmigo”, le habría dicho el presunto responsable del hecho en un intento por desligarse del crimen.
El fiscal indicó que aún hay dudas de cómo el cuerpo de la víctima terminó afuera del auto, aunque la investigación tiene una certeza. “Lo que sí está claro es que la quiso matar, y lo sabemos por la paliza que le dio antes”, agregó.
Una relación violenta
Hasta el momento, declararon aproximadamente 15 personas que estaban en la fiesta a la que asistió el matrimonio. Según precisaron, Magalí era una persona “muy reservada” y no solía dar muchos detalles de su relación con el actual detenido.
Sin embargo, hubo un hecho que encendió las alertas. Con lo poco que contó la víctima en su momento, se supo que ella se había separado de Cerfoglio por una “situación de violencia de género” hace seis meses, aunque la ruptura solo duró 20 días y luego volvieron a retomar el vínculo.
Por su parte, los testigos aportaron que el principal sospechoso siempre fue una persona que “reaccionaba mal”, aunque nunca habían presenciado un hecho violento entre ambos. Pese a ello, sí confirmaron que Vera y Cerfoglio habían iniciado una fuerte discusión durante el casamiento al que asistieron la última noche.
Cómo continúa la investigación
Este martes, se realizó un allanamiento en la casa de la pareja en busca de más indicios que aporten a esclarecer las circunstancias del femicidio de Magalí. Allí se secuestraron varios celulares de ella y otros elementos de interés para la causa.
Por otra parte, también incautaron el celular del acusado y el de su padre, ya que este fue la primera persona en llegar a la escena tras el vuelco. “Los dispositivos están para peritarse y se abrirán la semana próxima”, indicó Pierrestegui.
El progenitor de Cerfoglio otorgó la clave de su celular, mientras que su hijo no quiso revelarla y se negó a declarar. A pesar de ello, en los próximos días, los peritos podrán analizar el contenido de los dispositivos en busca de más pruebas.
Fuente: TN