Patricia Bullrich amenazó con volver a pegar el faltazo. En el radicalismo hablan del nacimiento de un espacio moderado y apuestan al despliegue territorial para “confrontar” en las próximas PASO.
La foto de Gerardo Morales y Horacio Rodríguez Larreta durante los festejos por las elecciones de Jujuy terminó de sellar el famoso “espacio racional” – como describió el presidente de la UCR- dentro de Juntos por el Cambio. Como consecuencia, el jefe de Gobierno porteño agudizó la interna en el PRO y volvió a enfrentarse al binomio Patricia Bullrich-Mauricio Macri. Según pudo saber Infobae, la ex ministra de Seguridad rechazó las reiteradas invitaciones a participar del proceso electoral jujeño y se descartan su presencia en la próxima reunión de los presidenciables de la coalición opositora, como sucedió la semana pasada con los equipos económicos.
En las últimas semanas circuló la versión de lograr una fórmula presidencial única dentro de Juntos por el Cambio, frente a la grave situación económica y social que atraviesa el país y ante la necesidad de mostrar unidad al electorado. Ese escenario fue totalmente descarto entre los dirigentes que desfilaron este fin de semana por Jujuy. Es más, creen que detrás de esa idea hay una “operación” encargada por Macri con el objetivo de lograr una fórmula pura PRO.
En Parque Patricios confiesan que la relación con Bullrich está cada vez más tensa y no ven viable la posibilidad de que ambos logren un acuerdo para evitar una PASO. “Vamos a ir a la confrontación”, aseguran en Jujuy, donde resaltan la necesidad de fortalecer la alianza Morales, Rodríguez Larreta y Martín Lousteau para representar un espacio racional y de centro dentro de Juntos por el Cambio. Para eso confían en el despliegue que encabezan en provincias como Santa Fe, Córdoba y la ciudad de Buenos Aires para ganar la pulseada.
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“Patricia está encarando mal la pelea”, analizó con Infobae un referente del ala moderada. De hecho, dejaron trascender que Bullrich amenazó con no asistir a la próxima reunión de presidenciables. Esas decisiones serían parte de su malestar por el ingreso de José Luis Espert al espacio. “Me están queriendo joder”, habría protestado en una conversación subida de tono.
Es que Bullrich está convencida de que la llegada de Espert a Juntos por el Cambio fue una jugada de Larreta para quitarle votos por derecha a ella. La mesa política del jefe de Gobierno porteño venía analizando hace semanas la posibilidad de generar una oferta liberal, como una forma de evitar una fuga de votos hacia Javier Milei.
Al mismo tiempo, estudiaron que también esa idea podía aspirar eventuales sufragios bullrichistas y mejorar las chances del jefe de Gobierno en la interna nacional con la ex ministra de Seguridad. “Siempre está bueno ampliar la coalición, pero no es para perjudicar a nadie”, se desmarcaron en Uspallata consultados por este medio sobre la flamante llegada de Espert.
“En el PRO son siempre los mismos”, describen en el radicalismo al analizar la interna que se desató en el territorio porteño, donde Lousteau amenaza con arrebatarle el bastión al partido amarillo que no termina de unificar un candidato entre Fernán Quirós y Jorge Macri. En ese sentido, creen que cuentan con ventaja en el partido centenario que, en los últimos años, incorporó figuras nuevas como Carolina Losada, Rodrigo De Loredo y Facundo Manes.
De todos modos, reconocen a la provincia de Buenos Aires como el talón de aquiles del partido centenario. Pero para eso, cuentan con la figura de Diego Santilli, que responde a Rodríguez Larreta, como el candidato a gobernador que más mide y que, además, pertenece al ala moderada. “Pero Horacio pierde el tiempo, debería resolver lo de Santilli”, reclaman en referencia a la necesidad de sellar una fórmula bonaerense que arranque con la campaña.