El compañero de Palito a cargo de las promesas del Fortín contó que no lo vio bien de salud cuando entró al vestuario, durante la charla técnica. El entrenador sufrió un paro cardíaco que terminó con su vida.
La inesperada muerte de Hernán Manrique, uno de los dos entrenadores de la Reserva de Vélez Sarsfield, enlutó al fútbol argentino. Palito falleció el viernes por la mañana, mientras transcurría el encuentro ante Racing en la Villa Olímpica, por la fecha del Torneo Proyección de la Liga Profesional de Fútbol. Marcelo Bravo, su compañero de timón en el equipo de Liniers, relató cómo lo encontró en los minutos previos al trágico acontecimiento. “Se fue un ser maravilloso, bárbaro y de repente no lo tenemos más. Es de no creer”, comenzó el ex futbolista con voz quebrada.
Bravo, quien tuvo un paso por la Primera División del Fortín entre 2003 y 2005 hasta que una afección cardíaca lo obligó tempranamente a retirarse del profesionalismo, dio detalles de las últimas horas de vida de Manrique. “El partido era a las 11 y siempre tenemos el desayuno con los chicos a las 9. Nosotros siempre llegamos un poco antes, tipo 7 o 7:30. Siempre estacionamos los autos uno al lado del otro, tomamos unos mates con los compañeros esperando para ir a desayunar. Hasta ese momento estaba bárbaro. Después del desayuno, tipo 9:30, los chicos empiezan a cambiarse y a las 10 era la hora de la charla técnica. En esos casos, yo solía darla y él finalizaba casi siempre con algunos ítems que nos faltaban y daba la última arenga”, expresó el Indio en una entrevista en Radio La Red (AM 910).
“Él dice unas palabras y como que se queda quieto. Los chicos fueron a hacer la entrada en calor y él se sentó un momento. Ahí le pregunté si se sentía bien. Me dijo que no, que empezó a transpirar y se tocaba la frente. Después se tocó el pecho y dijo que le dolía un poco. ‘Hay que decirle al médico, Pali’, le dije. ‘Ya se me va a pasar’, me respondió. Luego hablo con el médico del club y el advertí que (Manrique) no estaba bien, estaba un poco pálido. Y ahí habló con él. En ese trayecto me voy para la cancha, vuelvo a entrar, lo veo que está en el espejo del baño y me dice que estaba un poco mejor”, continuó Bravo.
Lo que sigue del relato son los momentos más duros. “Les soy sincero, yo no lo veía bien. Le dije al médico que lo revisaran bien que ahí estaba la ambulancia. Mientras lo estaban atendiendo teníamos que entrar al campo de juego. Cuando termina el primer tiempo, estaba dando la charla para salir al segundo tiempo y ahí me entero de la noticia. Fue lo más triste que me pasó en este último tiempo”, manifestó. Y cerró: “A él lo reanimaron dos veces en el vestuario y arriba de la ambulancia pasó lo peor”.
Vélez anunció en las últimas horas que Flavio Espósito, DT de la Cuarta División del club,será el reemplazante de Hernán Manrique en el cargo de entrenador de la Reserva. Patricio Pisano, quien actualmente se desempeñaba como coordinador en el Departamento de Vídeo Análisis y DT auxiliar de las tres Divisiones Mayores, pasará a la categoría que quedó vacante.
Manrique se inició en el fútbol de Ascenso jugando para Nueva Chicago y All Boys a principios de los 90. Luego fue fichado por Belgrano de Córdoba, con el que consiguió el ascenso a la máxima categoría en 1998. Se sostuvo en la máxima divisional con la camiseta de Unión de Santa Fe y el Torito de Mataderos, con el que ascendió en el año 2000 (convirtió un tanto en las finales contra Instituto de Córdoba). Más tarde el mediocampista vistió las casacas de Huracán, Chacarita, Atlético Tucumán y Unión de Sunchales. Actualmente Manrique (DT desde 2010) integraba el cuerpo técnico de la Reserva velezana liderada por el ex jugador del club Marcelo Bravo. Había llegado a Vélez en 2017, se inició en infantiles y desde hacía cuatro temporadas estaba en Juveniles. Incluso había formado parte del interinato con el plantel de Primera entre la salida de Alexander Cacique Medina y el arribo de Ricardo Gareca.
Hernán Manrique había dirigido el partido contra Talleres tras la salida del Cacique Medina (@Velez)