Un reconocido médico veterinario de San Luis fue encontrado muerto adentro de su vehículo, que estaba en llamas. Su hijo estaba armado y fue detenido en otro automóvil cercano.

Un conocido veterinario de San Luis fue encontrado sin vida y calcinado dentro de su camioneta. Su hijo Pablo Ashworth está detenido tras ser señalado como el principal sospechoso del parricidio que estremeció a la provincia.

«Le metí un tiro a papá y lo maté», habría revelado el acusado a su actual pareja, después de cometer el crimen. Sin embargo, para la defensa está confesión carece de validez, ya que no fue realizada en una sede judicial.

El cuerpo de Jorge «Teddy» Ashworth se hallaba en el asiento trasero del vehículo con las piernas sobre la butaca del conductor. Según la investigación, lograron reconocer a la víctima por una placa de osteosíntesis que le colocaron hace dos décadas.

Crimen del veterinario: cómo fue el presunto parricidio

El 4 de julio «Teddy», que además tenía dos hijas, una bióloga y otra odontóloga, fue atacado y murió calcinado dentro de su camioneta, en su campo, en San Pablo, a unos 10 kilómetros de Tilisarao.

No obstante, aseguraron que el cuerpo estaba con vida al momento de que el fuego tomará por completo el vehículo.

«Todo el mundo le tenía miedo, hasta la Policía. Era una persona muy violenta y estaba armado hasta los dientes», le explicó el hermano de la víctima, Guillermo Ashworth a Clarín, sobre el acusado.

Durante el allanamiento, le encontraron a Pablo un encendedor, un arma de fuego y un cargador con dos cartuchos calibre 22. Mientras que en el domicilio de su madre había un revólver calibre 32 con cinco proyectiles en el tambor.

El tío aseguró que el sospechoso «tuvo una transformación en su personalidad desde hace varios años» e indicó que «había amenazado montones de veces» al fallecido para poder quedarse con el campo familiar.

“Me tiraba lajas y piedras desde arriba del techo al patio, me golpeaba las paredes y yo ya no hacía denuncias en la comisaría. Iba a avisar nomás y les decía: ‘¿Qué están esperando? ¿Que pase una desgracia?’ Ahora lo pienso y la víctima pude haber sido yo”, relató Guillermo.

“A unos paperos también los amenazó de muerte, en 2012: le agujereó el block de un tractor con un fusil, le puso la pistola en la boca a uno de los empleados, que salieron aterrorizados del campo. Se iban para Villa Dolores, Córdoba, pero volcaron y se mataron en ese accidente”, menciona Guillermo.

Pablo Ashworth está imputado por el delito de «homicidio calificado por el vínculo» que prevé una pena de cadena perpetua. Al momento, el juez Jorge Pinto dictaminó la prisión preventiva por 120 días mientras avance la investigación.