En medio del debate por la polémica Ley Ómnibus, el destacado cineasta, referencia ineludible del cine argentino de la post dictadura, dio su opinión acerca de lo que considera son los reales intereses del gobierno de Javier Milei y La Libertad Avanza.
En medio de los cambios que el gobierno de La Libertad Avanza puso en marcha desde su llegada, en principio con el mega DNU y luego con la llamada Ley Ómnibus, muchos fueron y son por estas horas las y los artistas y referentes de la cultura nacional que marcaron y marcan sus tajantes diferencias.
En esa profusa lista, y cuando la cultura nacional se movilizó en todo el país este miércoles pidiendo, entre más, la continuidad de los institutos de cine, teatro y música, aparece el destacado realizador cinematográfico Adolfo Aristarain, referencia ineludible del cine argentino de la post dictadura, quien se expresó en una columna en el diario Página 12 que, con el correr de las horas, se transformó en una especie de carta abierta que recorre las redes y portales, donde se refiere en duros términos al gobierno de Javier Milei.
“Gracias a un grupo lamentablemente numeroso de imbéciles, ignorantes y zombies que una vez votó a Macri y ahora a su bufón Milei, y a toda la banda de rufianes que los acompañan, se entregó el gobierno y administración del país a una banda organizada que no tiene ideología, que busca sólo sacar provecho y rematar las industrias, los minerales, todo lo que puedan, sin límite. No tienen mucho tiempo, no lo necesitan. No quieren el botín, sólo buscan el porcentaje que los patrones les dejarán en Panamá”, planteó contundente el realizador de Un lugar en el mundo, Martín (Hache) y Roma, en medio de una larga lista de títulos.
Y siguió: “Creo que se van a escapar en mayo, después de arrasar con el país. No son piratas que no tenían patrón. Son Corsarios. Trabajaban saqueando territorios y tenían patente para navegar por el curso del mar que eligieran. Pagaban la parte convenida a los Imperios y se quedaban con su parte. No tenían patria, sólo dueños”.
En el mismo sentido, cerró: “No hay que darles tiempo. Hay que ganar la calle. El paro de la CGT tiene que ser por tiempo indeterminado hasta que caiga el gobierno”.
Luego, en declaraciones a la AM750 y cuando su columna era tema de debate en redes, grupos de WhatsApp y en el propio Congreso donde se hicieron presentes referentes de la cultura nacional en el marco de las reuniones de comisión donde se tratan los alcances de la Ley Ómnibus, remarcó: “Me dicen golpista y que es un gobierno elegido por el pueblo. Un gobierno que miente, que no le dice a la gente lo que va a hacer, eso es ganar una elección con engaños. Lo que se está intentando hacer es un golpe encubierto para modificar la Constitución”.