ATE aseguró que entre los 200 despedidos se encuentran «mujeres embarazas, jefas de hogar, padres y madres con hijos con discapacidad que se quedan sin obra social y que conforman la larga lista que promete continuar engrosándose».
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) continuaba con las protestas por los despidos de los empleados municipales de la ciudad de San Luis con la instalación de un gazebo frente a la sede comunal, que este miércoles amaneció vallada tras los incidentes que se produjeron el martes, cuando manifestantes ingresaron al edificio para reclamar la reincorporación de los cesanteados, un hecho que derivó en una presentación judicial contra los integrantes de la organización sindical.
ATE ratificó que se mantiene en «asamblea permanente, alerta y movilización», y anunció que continuará con las protestas por los 200 despidos dispuestos por el gobierno municipal de al capital provincial y en denuncia del «brutal ajuste» que aplica la administración del intendente Gastón Hissa.
«Despidieron mujeres embarazas, jefas de hogar, padres y madres con hijos con discapacidad que se quedan sin obra social y que conforman la larga lista que promete continuar engrosándose»
Este martes, en medio de una manifestación contra los despidos, ingresaron al palacio municipal exigiendo la presencia de los funcionarios para iniciar un diálogo con las autoridades.
Ante la negativa de los funcionarios de la gestión municipal, los gremialistas forzaron una puerta del edificio y permanecieron en las instalaciones del Ejecutivo comunal hasta horas de la tarde, lo que motivó la presentación de una denuncia penal contra la conducción de ATE por «daño agravado».
En un comunicado, ATE aseguró que entre los 200 despedidos se encuentran «mujeres embarazas, jefas de hogar, padres y madres con hijos con discapacidad que se quedan sin obra social y que conforman la larga lista que promete continuar engrosándose», por lo que continuarán en «asamblea, manifestándose y siguiendo el camino que exigen las bases».
Desde el gremio se negaron las acusaciones de vandalismo y afirmaron que se «acampó en asamblea, esperando que los funcionaros dieran la cara y explicaran el plan de ajuste que llevan adelante».
«Sin embargo, (las autoridades) eligieron contestar por whatsap o videos de redes, en lugar de entablar diálogo con quienes viven en la incertidumbre y el ajuste bestial de la políticas nacionales, provinciales y municipales», puntualizaron.