La justicia investiga la puesta en marcha de un negocio ilícito de características trasnacionales dedicado a la explotación del cuerpo de mujeres gestantes -a través de lo que se denomina “subrogación de vientres”- y la posterior comercialización de los niños/as que nacen a partir de ese método.
La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal a cargo de María Alejandra Mángano con colaboración de la PROTEX, solicitó a la jueza María Eugenia Capuchetti, una serie de allanamientos y órdenes de presentación en instituciones médicas, escribanías y estudios jurídicos de esta Ciudad, de la provincia de Buenos y la provincia de Santa Fe; en el marco de un caso iniciado en enero.
La justicia apunta a 4 centros de fertilidad en Capital Federal y 2 en la ciudad de Rosario. En estos centros las gestantes se hacían los tratamientos de fertilidad y también la in vitro.
En general estos centros trataban con intermediarios de los comitentes y de las gestantes. La justicia los allanó para buscar las historias clínicas y los legajos administrativos de pagos.
Hay 7 escribanías donde se hacía la firma del “consentimiento” por parte de las gestantes antes del procedimiento y al momento de producirse el parto. Se ordenó el secuestro de actuaciones notariales y protocolos, certificaciones de firmas respecto de los casos
También se hicieron procedimientos en 3 estudios jurídicos que son los que aparecen representando a las gestantes o a los comitentes en estos procedimientos.
Además, se libraron órdenes de presentación respecto de 5 maternidades de la ciudad de Buenos Aires donde se llevaron adelante los nacimientos.
Las maniobras
Habrían participado personas y empresas constituidas en el extranjero -con actividades en nuestro país-, a través de lo cual las personas implicadas obtienen importantes ganancias, confirmaron fuentes judiciales.
Los procedimientos ordenados fueron materializados en forma simultánea por las Divisiones Trata de Personas y Ciberdelito de la PFA, a cargo de la Comisaria Marcela Hurt y el Comisario Adrián Acosta.
Fuente: TN