La madre de Marina Silva dio detalles del estado de salud mental, hechos de violencia, y afirmó: “Le tendrían que haber quitado el arma”.
Este fin de semana Marina Silva, la subinspectora de la Policía que asesinó a balazos a sus hijos de dos y siete años, cumplió 31 años, en la cárcel, aislada y medicada. Mientras tanto, su mamá rompió el silencio después de viajar a San Luis para despedir los restos de sus nietos.
La difícil situación económica que atravesaba la imputada surgió como el móvil principal detrás de la tragedia desde el inicio de la investigación, en base a los testimonios y a una nota escrita de puño y letra por la propia Silva.
Sin embargo, en las últimas horas Paola Núñez, madre de la acusada y abuela de las víctimas, sugirió la existencia de un motivo mucho más importante que las deudas que tenía. También se refirió al estado de salud mental de su hija, al rol de los padres de Bautista y Sofía y a distintos hechos de violencia.
En diálogo con El Chorrillero, Núñez reconoció que Marina solía jugar a los denominados “casinos online” y que gastaba mucho más dinero del que ganaba para darles a sus hijos una vida de “lujo”. “Si vos le veías el placard, tenía perfumes que ni siquiera los abría, ropa que ni siquiera usaba”, señaló a modo de ejemplo, sobre las compras compulsivas que realizaba.
Pero más allá de las deudas que tenía, que según el Banco Central llegaban a los 6,7 millones de pesos, la madre de la mujer detenida por los asesinatos de sus hijos consideró que no fue este el desencadenante de lo ocurrido.
“Hay algo más, que lo hablé en la Justicia. Quizás más adelante se enteren y sepan todo. Ahora no lo puedo decir, pero sí, hay algo más. Yo lo había borrado porque me daba vergüenza exponer lo que estaba pasando”, destacó Núñez.
Por otro lado, la mujer sostuvo que cuando Marina se separó por los reiterados episodios de violencia a los que la sometía del papá de Bautista – su hijo menor – tuvo que iniciar un tratamiento psicológico y estuvo de licencia en la fuerza durante varios meses.
“Mi hija hace dos años que ya no tenía que ser policía. Cuando entró en un tratamiento psicológico y psiquiátrico, ya no tenía que haber sido policía. Tenían que haberle sacado el arma”, afirmó.
En el mismo sentido, Núñez también apuntó contra su exmarido, el padre de Marina, a quien acusó de haberle pagado a un psicólogo privado para que le diera el alta y pudiera seguir trabajando. “Eso tendrían que investigar. ¿Quién le dio el alta para que siga siendo policía?”, cuestionó.
“Mi hija no estaba preparada para serlo. El primer caso fuerte que le tocó, me llamó a las cinco de la mañana llorando para que la vaya a buscar”, agregó. Tampoco, para ella, estaba “capacitada para ser madre” sino que “jugó a serlo” y “forzó muchas cosas”.
Paola Núñez tiene la certeza de que su hija no saldrá con vida del Servicio Penitenciario. Pese a los sentimientos encontrados que le despierta tal convicción, sostuvo con tristeza y rechazo: “Esa no es mi hija, a esa persona yo no la reconozco”.