Es por la adaptación de la Inteligencia Artificial en los procesos de producción. Así lo asegura un informe del centro de estudios de IBM basado en la opinión de 3.000 ejecutivos y 21.000 empleados de 21 países.
La inteligencia artificial (IA) está entrando en las empresas como el agua en las casas durante una inundación masiva. Se mete por la hendija que encuentra sin que nada ni nadie lo pueda evitar. Los riesgos ya fueron expuestos por los científicos más destacados del planeta. Pero recién ahora comienzan a aparecer los primeros estudios sobre su real impacto en el mundo del trabajo. En este sentido es revelador el informe elaborado por los expertos de IBM, la empresa pionera en tecnología en la anterior ola digital que llega a la conclusión de que en los próximos tres años 1.400 millones de trabajadores de todo el mundo tendrán que ser reentrenados por las empresas donde trabajan para poder continuar las tareas que venían haciendo hasta ahora y que están siendo modificadas por la IA.
Esto cambia el panorama expuesto hasta ahora por los analistas que decían que se perderían millones de empleos. De acuerdo a este estudio, los trabajadores conservarán sus puestos si se logran adaptar a los cambios y reciben entrenamientos para realizar sus tareas adaptadas a la IA.
Para su estudio, el IBM Institute for Business Value (IBV) se basó en dos encuestas: en una participaron 3.000 ejecutivos de alto nivel de 28 países; en la otra se interrogó a 21.000 trabajadores de 21 países.
La conclusión principal es que los ejecutivos creen que 4 de cada 10 empleados, lo que equivale a unos 1.400 millones de los 3.400 millones de trabajadores que existen en el mundo según el Banco Mundial, necesitarán volver a formarse como resultado de la aplicación de la IA generativa y la automatización por parte de las empresas. Aunque se espera que los empleados de todos los niveles se vean afectados, los de nivel básico serán los más vulnerables. El 77% de los ejecutivos encuestados afirmaron que los puestos del nivel inicial ya están viendo los efectos de la IA y que se intensificarán en los próximos dos años. Esa cifra desciende al 22% en el caso de los puestos ejecutivos o de alta dirección.
Un estudio anterior dado a conocer en marzo había encontrado que la IA terminaría con al menos 300 millones de puestos de trabajo en forma casi inmediata, pero el 87% de los ejecutivos que participaron en el informe de IBM creen que esto no ocurrirá y que por lo contrario se necesitarán más trabajadores especializados. Según el Foro Económico Mundial, la revolución de la IA alterará 85 millones de empleos en todo el mundo en los próximos dos años y creará 97 millones de nuevos puestos de trabajo. También predijo que el 44% de las competencias de los trabajadores se verán alteradas entre 2023 y 2025, nueve puntos porcentuales más que en su última proyección quinquenal.
La investigación de IBM-IBV también reveló que aquellos que logran reconvertirse para adaptarse a las nuevas tecnologías no solo tienen más probabilidades de conservar su puesto laboral, sino de conseguir mejores remuneraciones. “Los cambios de trabajo impulsados por la tecnología reportan una prima de la tasa de crecimiento de los ingresos del 15% en promedio” afirma el informe, añadiendo que aquellos que se centran en la IA “verán una tasa de crecimiento de los ingresos 36% mayor que sus colegas”. Claro que esto varía según la función. Los puestos de la división de Compras en las multinacionales son los que están más a salvo de la eliminación, seguidos de los de Riesgo y Cumplimiento y los departamentos Financieros. Los puestos de Atención al Cliente y Marketing son los más inseguros.
Otro hallazgo interesante es la caída de la importancia de las habilidades STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas, por sus siglas en inglés) que hasta 2016 se consideraba el requisito más importante para obtener los mejores empleos. En este 2023, “la gestión del tiempo y la capacidad de priorizar” son las habilidades críticas más importantes, seguidas de la capacidad de “trabajar en entornos de equipo” y de “ser capaz de comunicarse eficazmente”.
A pesar del optimismo de los empresarios entrevistados para este estudio, la semana pasada el viceprimer ministro del Reino Unido, Oliver Dowden, volvió a advertir sobre las consecuencias del ímpetu con el que se está desarrollando la IA. “Va a transformar totalmente casi todos los elementos de la vida en los próximos años y, de hecho, incluso meses, en algunos casos”, dijo. “Es mucho más rápida que otras revoluciones que hemos visto y mucho más extensa, ya sea la invención del motor de combustión interna o la Revolución Industrial”, añadió.
Otros estudios sobre el impacto de la IA hablan de otras realidades. El estrés y la ansiedad provocados por estas pérdidas de empleo llevaron al 80% de los trabajadores del sector tecnológico a recurrir a la medicación, ya sea bajo supervisión médica o de otro tipo, como mecanismo de supervivencia. El consumo excesivo de alcohol también se está convirtiendo en algo habitual. Y es probable que la conclusión del estudio no aporte una mayor tranquilidad: “la IA no sustituirá a las personas, pero las personas que utilizan la IA sustituirán a las personas que no lo hacen”. Irónicamente, IBM fue una de las primeras empresas en confirmar que dejará de contratar para puestos de trabajo que podrían ser desempeñados por la tecnología aplicada de la Inteligencia Artificial.