Algo más de 414 mil electores participarán de los comicios provinciales. El peronismo puede perder un bastión que domina desde 1983.

(Enviado especial a San Luis) La tensión y las expectativas crecen de un lado y del otro ya que se pronostica una polarización extrema y una elección con final incierto. A diferencia de otras provincias que ya votaron este año, el predominio del peronismo esta vez no está asegurado. Por el contrario, los sondeos previos permiten que la oposición se ilusione con desbancar a la familia Rodríguez Saá del poder que ostenta casi sin interrupciones desde el retorno de la democracia a la Argentina en 1983.

Ya sin las restricciones que impuso la pandemia en el anterior ejercicio cívico en 2021, el Comando Electoral ya tiene bajo su supervisión a los 265 establecimientos educativos, con 1308 mesas disponibles que recibirán a los votantes este domingo. Hay 414.482 ciudadanos en condiciones de participar entre las 8 y las 18, para elegir 162 cargos. El escrutinio se prevé lento y engorroso por la aplicación de la Ley de Lemas, reinstaurada el año pasado.

Ninguno de los dos estará al frente en las boletas para elegir este domingo 11 al próximo gobernador de San Luis. Pero el apellido Rodríguez Saá está indisolublemente ligado a esta provincia cuyana y dirá presente en el apoyo que le brindan a los dos principales candidatos que se presentan. Adolfo, el mayor de los dos hermanos, está enemistado con su hermano Alberto -dos años más chico en edad- desde la última vez que se enfrentaron en 2019. Ahora, apoyarán listas distintas en esta elección, como tantas otras, desligadas de las nacionales que se harán en octubre.

Adolfo quiere que su hermano pierda. Por eso, el 13 de marzo de este año anunció que no iba a postularse y que iba a respaldar a Claudio Poggi, quien ya fuera gobernador entre 2011 y 2015. A este contador la gran mayoría de las encuestas lo sindican como favorito al triunfo. Logró amalgamar un frente diverso donde conviven el PRO, la UCR, el MID, los libertarios, los socialistas y varios partidos locales. Suman 15 fuerzas y en dos sublemas intentarán llevar votos hacia Poggi y su compañero de fórmula, Ricardo Endeiza, cofundador de Avanzar. El otro sublema lo encabeza Eduardo Mones Ruiz.

Poggi y Endeiza, la fórmula de la oposición que va por la gobernación, en la caravana con la que cerraron la campañaPoggi y Endeiza, la fórmula de la oposición que va por la gobernación, en la caravana con la que cerraron la campaña

A través de Avanzar, Poggi se transformó en 2021 en diputado nacional. Hasta formó un bloque propio en la Cámara para mostrar su independencia de criterio dentro de Juntos por el Cambio. Este ex peronista que nació en Córdoba, cerca de Río Cuarto, pero que desde mediados de los años 80 se transformó en un puntano más, desde 2017 se alió a Mauricio Macri y ahora recibió el apoyo de los precandidatos presidenciales del PRO, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Si Poggi gana, es posible que los dos lleguen hasta su comando electoral para capitalizar el éxito con una foto.

“El acuerdo al que llegamos es solamente provincial, no está atado con lo nacional. El lunes veremos cómo será mi futuro en la política”, admite ante sus personas más cercanas Adolfo, aquel que fuera presidente de la Nación durante una semana en el convulsionado 2001. Todavía no están claros los realineamientos que pueden producirse para el 22 de octubre cuando se renovarán las tres bancas para senadores nacionales. Actualmente, una banca la tiene “el Adolfo”, otra es de Catalfamo y la tercera, de Gabriela González Riollo (de Juntos por el Cambio).

Para que su lista aporte caudal a Poggi, el actual legislador nacional decidió incluir su cara, en tamaño más pequeño, en la parte superior de las boletas de su sublema.

Catalfamo y Fernández en una de las recorridas por un pueblo del interior de San LuisCatalfamo y Fernández en una de las recorridas por un pueblo del interior de San Luis

El actual gobernador, Alberto Rodríguez Saá, no puede ser reelecto. Eligió como candidato para que se tranforme en su sucesor a Jorge Omar “Gato” Fernández. Su armado en el lema Unidos por San Luis abarca al kirchnerismo y La Cámpora. Tuvo que hacer en los últimos meses una recorrida por los 9 departamentos de la provincia para aumentar su nivel de popularidad.

Fernández, abogado y productor rural que cumplirá el 10 de julio los 63 años, votará a las 10 de la mañana en la escuela número 251 de Tilisarao, la localidad de la que fue intendente durante cuatro períodos. Y reiterará en ese distrito que alberga a unas 12 mil personas un ritual que dicen que siempre le trajo suerte unas horas después: almorzará con amigos en el negocio de unos amigos, una gomería.

La joven senadora Catalfamo lo hará en la escuela Juan Martín de Pueyrredón, mientras que el actual gobernador tiene previsto sufragar a las 11 en la escuela Rivadavia. Las dos están ubicadas en el centro de la capital provincial. Luego de las 18, todos se encontrarán en el búnker del Partido Justicialista, sobre la calle Héroes de Malvinas.

Unión por San Luis tendrá a otros tres sublemas: Luis Amitrano (lista Blanca, Azul y Blanca), Diego Martín González (Modelo Productivo) y Mariela Cros (Movimiento Evita, Tierra y Trabajo).

Además, se presentarán otras dos listas por la izquierda, las de Johana Gómez (Frente de Izquierda y los Trabajadores) e Italo Gallardo (Movimiento al Socialismo).

Hay voces coincidentes en que las propuestas de los principales candidatos a la gobernación son parecidas pero con matices. “En el fondo son todos peronistas”, sostienen en el oficialismo para desmerecer al principal rival.

Cómo se canalizará el voto bronca a nivel provincial es una gran incógnita. El territorio, que supo ubicarse en los años 90 en lugares destacados a nivel país porque habían mejorado los niveles de empleo y la política de vivienda popular llegó a la mayor parte de la población, fue cayendo con los años a niveles preocupantes. Más de la mitad de los puntanos son pobres e indigentes. Incluso, las cifras de pobreza están muy por encima de los índices nacionales. No hay un candidato disruptivo, pero si decepción y esperanza de un cambio después de varias décadas bajo el dominio de los Rodríguez Saá. El actual senador, que tiene 75 años, fue cinco veces consecutivas gobernador de San Luis, entre 1983 y 2001. Su hermano Alberto, de 73 años, lleva cuatro mandatos, separados por uno intermedio de Poggi, cuando el actual opositor era aliado de los hermanos Rodríguez Saá.

Poggi figura a la cabeza en las encuestas, aunque cerca suyo dicen que “no conviene confiarse”. Votará a las 9.45 en la Escuela Mixta Normal, almorzará con su familia y, a partir de las 20, aguardará los primeros guarismos en el comando electoral de la calle Rivadavia al 1200.

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