Nicolás Andrés Ortiz, la víctima fatal, falleció de manera casi instantánea luego que el auto en el viajaba como acompañante impactara contra otro en medio de una picada en la calle Dora Ochoa de Masramón, frente al Cuartel de Bomberos de la localidad.
En la audiencia de formulación de cargos, que se desarrolló este martes ante el juez con competencia en materia Penal Juvenil de la tercera circunscripción judicial, Carlos Hugo Orozco, el Ministerio Público Fiscal solicitó que los conductores, de 16 y 17 años, sean imputados de “homicidio culposo en accidente de tránsito”.
Ramiro Rubio, abogado de la familia de la víctima, señaló que buscarán reunir pruebas, en los 90 días de plazo que otorgó el magistrado para la investigación, para demostrar que se trató de un “homicidio simple con dolo eventual”.
“Pudieron previsualizar que su conducta, su accionar, podía tener un desenlace fatal; y así y todo, continuaron con esto”, argumentó el letrado.
Los conductores de los rodados corrían una picada, en la madrugada de ese domingo. Luego de recorrer 150 metros, se encontraron con una alcantarilla en reparación. Un cartel que señalizaba la obra motivó que uno de los autos hiciera una maniobra, que derivó en que el joven que lo manejara perdiera el control e impactara contra el otro.
Producto de ese impacto, Ortiz, que viajaba en la parte trasera del segundo auto, falleció como consecuencia de un politraumatismo de tórax y abdominal.
“La familia quiere establecer cuál fue la mecánica (del siniestro vial) y que el peso de la Ley recaiga sobre los responsables”, señaló Rubio.