El Gobierno busca apuntalar el desarrollo del sector con desregulaciones y el RIGI, que ya sumó los dos primeros proyectos de Oil & gas por casi USD 6.000 millones
El presidente Javier Milei asumió hace casi un año con fuertes desafíos en el terreno de lainflación, la falta de reservas, la pobreza y el déficit fiscal, entre otros puntos. Sin embargo, su mejor herencia fue el sector energético, donde las inversiones no solo crecen impulsadas por la desregulación, sino que también generan dólares necesarios para sostener la apreciación del peso prevista en el programa oficial.
La semana pasada dejó buenas noticias en ese frente. El Gobierno firmó un acuerdo con Brasil para viabilizar desde el año que viene las exportaciones del gas de Vaca Muerta al país vecino. También ingresaron los dos primeros proyectos de esta industria al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y sumaron casi USD 6.000 millones entre ambos.
El miércoles YPF confirmó la incorporación al RIGI del proyecto “Vaca Muerta Sur”, que contempla la construcción de infraestructura clave para duplicar las exportaciones de petróleo en los próximos dos años. Se trata de una inversión que también se prevé en casi USD 3.000 millones.