Edgardo Kueider, expulsado hoy del Senado, criticó que sus pares no lo escucharon antes de la resolución y negó de manera rotunda haber cometido un delito. En su defensa afirmó que había declarado a las autoridades aduaneras de Paraguay el dinero que se le secuestró.

“Están diciendo que sacaron toda la plata de mi mochila y eso no es así, eso es falso, es una mentira”, sostuvo Kueider, quien puso en duda la transparencia del operativo que terminó en su detención. “Yo declaré lo que tenía encima en ese momento, declaré que tenía ese dinero”, insistió el legislador, acusado de contrabando.

Según él, una expulsión sin permitirle defenderse vulnera “principios constitucionales como el derecho a la legítima defensa”. Así lo expresó en diálogo telefónico con La Nación desde Paraguay, donde está detenido desde la semana pasada, acusado de intentar ingresar a ese país, desde Brasil, con más de 200.000 dólares sin declarar.

“No pueden tomar una medida sancionatoria, y menos una expulsión, por una presunción. Me parece una locura institucional”, opinó el senador entrerriano.

La defensa en la Justicia de Kueider tras su expulsión en el Senado

Kueider aseguró que había declarado el dinero, a pesar de que las autoridades aduaneras y la Justicia paraguaya afirman lo contrario. “No fui sorprendido en flagrante delito porque el dinero no estaba en mi mochila. Al final del operativo, el personal de la Aduana colocó todo lo que había en el auto dentro de la mochila. Además, yo declaré lo que tenía encima en ese momento”, argumentó.

El acta de imputación del Ministerio Público Fiscal de Paraguay señala que Kueider y Guinsel Costa “estaban trasladando en el interior del vehículo” sumas de dinero que debieron declarar, pero no realizaron esa diligencia exigida por la ley.

El legislador afirmó que presentará pruebas que demostrarían irregularidades en el procedimiento llevado a cabo por personal aduanero paraguayo. La defensa también planteará que el dinero incautado no era de su propiedad ni de Iara Guinsel Costa, la mujer que lo acompañaba, sino de un inversionista de una empresa paraguaya para la que ella trabaja.

Con información de La Nación

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